jueves, 17 de enero de 2013

¿Bajo precios o doy un mejor servicio?

 
Hemos cambiado el año, bienvenido 2013, pero no la realidad que estamos viviendo. Crisis sigue siendo la palabra por excelencia en la prensa. Datos, incrementos, previsiones, PIB, déficit, prima de riesgo ... más de lo mismo. Este es nuestro panorama.

Bajo mi punto de vista, a tiempo estamos de mantenernos, de crearnos pequeñas metas a corto plazo (como dije en un post anterior), y una gran meta a un plazo algo más largo. Es lo que nos hará vivir, es lo que nos moverá la ilusión y es lo que nos mantendrá con esperanza para poder seguir adelante. Incluso diría que es nuestro deber.

Hoy en día, la formación es indispensable, tanto en el antes, como en el durante de un puesto de trabajo de responsabilidad. Una buena base es importante, pero sin una buena estructura no lograremos levantar ni mantener nada en pie. Solo con la base, nadie puede vivir, aunque algunos quieran vivir de ella y otros se lo crean. No me sirve que hace una década obtuvieses tu licenciatura en Ciencias Empresariales si a fecha de hoy no te has curtido ni te has formado con todas las novedades legislativas y tecnológicas existentes. Es solo un ejemplo.

En las empresas de servicios, nos estamos acostumbrando a ver precios a la baja por la realización de similares trabajos y por los que antes se cobraban cantidades superiores. ¿Es eso positivo? En mi opinión, vale más un buen servicio, y un servicio con un plus, que una minoración del precio de los mismos. Con un claro ejemplo, lo podréis ver:

Cafetería A: Café Cortado 1,20 euros en 2012 y 1,00 euro en 2013
 
Cafetería B: Café Cortado 1,20 euros en 2012 y 1,20 euros en 2013 con un mini croissant incluido

Creo que el ejemplo muestra con claridad, que la Cafetería B, sin minorar precios tendrá más éxito en sus ventas que la Cafetería A. ¿Por qué? Porque les está ofreciendo un PLUS a sus clientes, un añadido, una sonrisa y además un mini croissant. A ello debemos ir, a ofrecer un plus, a seguir día a día creciendo, a formarnos sin parar, a tener soluciones inmediatas:

Todos creemos ser los mejores en lo que hacemos, y posiblemente nos diferencia en como lo hacemos y la capacidad para mostrar al cliente nuestro producto. Nos debemos preocupar más en el cómo que en el qué. Por supuesto, claro está que ambas palabras han de estar en nuestra mente y en nuestro proyecto continuamente.

Y cuidado, todo esto lleva un proceso, un día a día, un "saber que ofrezco y a quién se lo ofrezco, y para diferenciarme, cómo se lo ofrezco".

Me conformaría, con que este post os hiciese pensar un poquito ... como decíamos en mi tierra el año pasado ¡¡¡Si se puede!!!

Alberto Joven


 

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