martes, 31 de octubre de 2017

Tendido 18 Teruel, fin de un proyecto

Un año ha durado nuestro proyecto de Tendido 18 Teruel. ¿Mucho? ¿Poco? Visto en el tiempo, y sobre todo con la ilusión con la que se empezó, parece poco... pero en un año, da tiempo a sacar muchas conclusiones, y sobre todo, obtener un aprendizaje que sin haber comenzado una aventura de este tipo nunca puedes llegar a conocer.

No obstante, que quede claro... un emprendedor que se precie de serlo, jamás debe rendirse ante una adversidad. Todo se puede tomar como un aprendizaje. Fracasar en un proyecto, no es peligroso, fracasar en la vida, si lo es. Hay que saber separar esos dos puntos.



En el plano personal, conclusiones negativas, puesto que aunque no lo considero un fracaso, si me queda la espina de haberlo podido encauzar de otro modo. ¿Cómo? Opciones había... No obstante, no todo puede ser negativo. Estoy convencido, que esta experiencia me ha ayudado a madurar como persona, a trabajar en equipo, a delegar en terceras personas (de lo cual estoy especialmente orgulloso) y sobre todo, me ha dejado gente con la que se que podré contar en un futuro. Por supuesto, para esa gente, es mutua la puerta abierta, puesto que jamás me podré negar a colaborar con gente que siempre me ha tendido una mano y para la que siempre he tenido una puerta abierta.

Hoy, el Diario de Teruel, periódico con el que colaboramos a través de Seiko Asesores publica una reflexión que hace unos días escribí sobre nuestro adiós. Agradecer a Chema Lopez, director del periódico, el detalle de publicarla justo el día del cierre de nuestra tienda, y agradecer también las palabras que me dedicó en privado.



Pero Tendido 18 solo era una de muchas. El Comercio de Proximidad de Teruel debe hacerse fuerte, y además, tiene la suerte de contar con Rodolfo Pangua al frente del Centro Comercial Abierto de Teruel, una de las personas con más iniciativas (más que yo que ya es decir) que he conocido en mi vida. Enhorabuena por tu trabajo, y por supuesto por luchar como lo haces por el Pequeño Comercio.

Y poco más que contar, una historia que se esfuma... y otras seguro que vendrán, lo que ocurre que cuando en algo pones mucho empeño, siempre queda la espina de que se podía haber hecho algo más.

Me dejaré a muchos, seguro, pero hay cuatro personas a las que tengo que nombrar en mi paso por Teruel, porque ellos siempre estuvieron al otro lado cuando hizo falta. Toni, Pablo y Laura, gracias de corazón, y María, nuestra última incorporación que estuvo al pie del cañón en los momentos más complicados.

Tendido 18 Teruel

Y en Zaragoza nos quedamos, a tope con nuestro proyecto de Seiko Asesores, con un ilusionante día a día y mucho trabajo por delante. Esto, no debe parar... seguimos creciendo y seguimos iluminando el horizonte

¡¡Gracias a todos!! 





Alberto Joven

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domingo, 22 de octubre de 2017

La montaña rusa de la vida

Y es que la vida es una auténtica montaña rusa, ¿o no? Hoy estás arriba, mañana estás abajo, pasado subiendo y el miércoles bajando a toda velocidad. ¿Importante? No estar parado... porque la montaña rusa en cuanto llega al final... ¡¡STOP!! Ahí finalizad todo.

He de reconocer que soy un poco "cagonis" y no me he montado en una montaña rusa en mi vida. Del tren de la bruja o del dragón con mis hijos no he pasado. ¿Qué pasa pues?

No concibo la vida sin esas subidas y bajadas, siempre con el cinturón de seguridad puesto y cumpliendo todas las normativas, no conviene convertirse en un "kamikaze" ni en pensar que aquí todo vale. No confundir que la vida sea una montaña rusa, con admitir que podamos bajar por ella a 100 km/h, sin atar, de pie, y saludando... seamos un poco serios.

¿Y sabéis qué? Después de ver y asistir el otro día al Congreso CEAJE en Zaragoza, (por cierto aprovecho para felicitar a AJE Aragón por su organización), me quedó más claro aún si cabe que las vivencias personales, esas experiencias de la montaña rusa son las que realmente llenan al que consigue sus objetivos. Montar en los caballitos, es chulo pero como máximo te sueltas de una mano para saludar a tus padres.... 





¿Y sabéis que me gusta también de la montaña rusa? Qué no te puedes bajar a la mitad... que cuando decides subir, hay que continuar, que ese miedo que se pasa bajando, o ese "¿que pasará?" al estar en pleno ascenso, es la adrenalina, la energía, la vitamina que te permite continuar y seguir hacia adelante.

Muchas veces hemos leído que "todos los emprendedores para conseguir el éxito tienen que fracasar anteriormente", "cae, levántate y sigue", "no hay éxito sin fracaso", etc... ¿a que sí? Son frases "cojonudas" (perdonen por la expresión pero como es domingo por la tarde vale), pero que hay que vivirlas realmente. Es cierto que no podemos abandonar a mitad, ni rendirnos, ni dormirnos, pero el golpe de la caída siempre es duro. ¿Lo importante? Mantener la ilusión y la actitud que teníamos cuando sacamos el ticket de la atracción. Sacarlo, pensando que en la primera cuesta te vas a rendir, no tiene sentido, porque la vida te llevará cual tronco se lleva el agua la corriente del río, sin rumbo y sin sentido.

Los que emprendemos, los que nos metemos en charcos sin saber cuanto cubre, conocemos todas estas sensaciones. Cierto es que siempre tenemos personas que nos aúpan, que nos sacan del charco o que nos ayudan a pasar por el lado del mismo que menos profundidad tiene. ¡¡Pero el charco lo pasamos!! Unas veces te mojas más y otras te mojas menos... pero algo de barro siempre te llevas.

Al final, el resumen de este post, es que la vida, sobre todo la vida de un emprendedor, es un continuo viaje de sube y baja, y así lo he querido transmitir a los que me leéis. Algunos, os sentiréis plenamente identificados, otros, quizá penséis que soy un "modorro" como dicen en mi pueblo.

He vivido la tensión de la subida, el miedo de la bajada, el susto de ir con la cabeza boca abajo, pero sobre todo, mi intención, es no rendirme y seguir disfrutando el viaje.

Tú eliges, ¿nos subimos a la montaña rusa? 

P.D. Gracias a dos personas muy especiales por hacerme este viaje mucho más sencillo y poder disfrutar de él, Jesús Lorente y Javier Lázaro


Alberto Joven

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domingo, 15 de octubre de 2017

Zaragoza, ¿esto es lo que quieres ser? #Pilar2017

Hoy, me voy a salir un poco de la temática de este blog, si bien, este artículo lo voy a relacionar con el mundo de la empresa, en un sector, en el que hasta hace no mucho no existía el "todo vale"

El sector sobre el que versará este post, es sobre el toro y la reciente Feria del Pilar 2017, exitosa en público, posiblemente triunfal en lo económico, pero donde el verdadero sabor añejo, la verdad, la defensa de la fiesta, el ritual, la seriedad se ha perdido por completo. Qué pena...

No cabe la menor duda, de que los Festejos Populares en Zaragoza ayudan y mucho a solventar y aliviar la economía de las empresas que dirigen los destinos de la plaza, pero de ahí, a que esto sea la base de una Feria, creo que va un mundo. Cierto es que la plaza pasó por unos momentos de penumbra, casi de abandono, pero no menos cierto, es que también tuvo sus años de gloria, donde la seriedad del público y lo que se exigía a toreros y ganaderos, está a años luz de lo actual. Debemos acordarnos de todo... 



Por supuesto, que las empresas están para ganar dinero como así defienden algunos de los periodistas (o comentaristas) que informan en nuestra cadena pública aragonesa, pero en el toro, "no todo vale"... o al menos, antes no todo valía, y así lo denunciaban los críticos y periodistas del sector.

Soy persona de símiles y lleva uno que me ronda por la cabeza durante estos días... ¿Se imaginan que la Iglesia incluyera monólogos de humor en sus sermones para que la gente volviese a ir a las misas? Manos a la cabeza... ¿verdad? Pues es lo que estamos (están) haciendo en Zaragoza, introducir monólogos de risa que llenan la plaza pero que hacen perder el verdadero significado de la fiesta en nuestra ciudad.

No sé los números reales de la empresa Simón Casas Production en esta feria, pero a tenor del público asistente, y más o menos estudiando el caché de los festejos, el resultado no habrá sido malo. ¿Saben que ocurre? Qué en una empresa de este tipo, además de ser un experto en números y en gestión empresarial, hay que defender una fiesta que poco a poco se está muriendo. Al hilo de esto, no se equivoquen, muere no por las manifestaciones antitaurinas numerosas en mayor o menor medida, dado que poco o nulo daño hacen a la fiesta, sino por el sendero peligroso que está siendo guiada por los dirigentes de las empresas.

No estamos ante un ejemplo de gestión de empresa corriente. Estamos tratando una gestión empresarial que toca el sentimiento del aficionado (además del bolsillo), y que resulta, que ahora en Zaragoza se está basando en unos cimientos nada sólidos, recordando siempre como base donde estábamos cuatro años.

Estoy convencido, soy consciente, no me cabe la menor duda, que saben que algo se ha hecho mal, que los tendidos se han convertido en un ritual de comida, café, cubatas y fiesta, y al final, esto no deja de ser pan para hoy y hambre para mañana. 

Ójala Nacho Lloret, gerente de la empresa lea estas palabras, y aunque no públicamente, algún día me diga que tenía razón, o al menos, me de "chance" para comentarlo. Ahora estará feliz, contento, orgulloso, porque como empresa los números han salido, pero él mejor que nadie sabe, que los monólogos de risa no son buenos ni en la iglesia, ni en los toros.

Esperando y deseando que algún día esto cambie, felicitando por la gestión económica empresarial de la plaza, e incidiendo en que ser empresario en este sector requiere algo más, nos emplazamos al año que viene con la esperanza e ilusión de poder volver a sentir emoción en el tendido.

P.D. Un artículo que estoy seguro firmarían muchos aficionados, incluso algunos, que cuando se dirigen al público opinan de manera distinta




Alberto Joven

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viernes, 6 de octubre de 2017

Los miedos del mediocre

Vengo guerrerillo hoy... y por el título del post, supongo que ya lo podíais imaginar. Seguro que este post a unos les gustará mucho, a otros no les gustará nada ... y otros se picarán y ni siquiera lo terminarán de leer... ¡¡qué le vamos a hacer!!

Apuesto un Kas de Limón a que todos conocéis algún/a mediocre en vuestro entorno personal, de esos que siempre están enfadados, o que aparentan ser felices, pero solo lo son cuando superan en alegría a los que les acompañan. El mediocre, normalmente nunca es feliz por él mismo, sino por alguna situación en la que, o bien supera a su adversario, o bien se jacta de una desgracia o suceso de su rival. Ni más, ni menos.

En las empresas, en el mundo laboral, en las relaciones laborales, pasa exactamente lo mismo. Existen los mediocres, no solo a nivel de empleados sino también en las jefaturas y direcciones de empresas y RRHH... ¡¡y vaya si existen!! 

Es muy difícil lidiar con este tipo de personas. Los jefes mediocres, los responsables mediocres, suelen ser personas inseguras psíquicamente, con pocos recursos, falta de valía, y que solo son felices (momentáneamente) generando algún tipo de presión o muestra de mandato sobre los demás... un "porque lo digo yo" en toda regla. Además, les molesta verse superados por sus colaboradores, y no soportan ser rectificados o aconsejados por un "inferior". El trabajo en equipo, solo lo ven óptimo cuando algo depende de ellos, si bien, en muchos de los casos son el verdadero lastre de dicho equipo. 

😄😄😄 Me río, porque seguro que ya os ha venido alguien a la mente.



Además de, el mediocre en el ámbito laboral, también lo es en el ámbito particular, y al final, resulta cierto que a tus jefes y compañeros de trabajo, nunca los reconocerás o recordarás por su valía, sino por su forma de ser. Jamás recordarás a tu compañero de cadena por las 350 piezas que sacaba a la hora, sino por como era como persona con los demás compañeros. Jamás recordarás a tu jefe porque se sabía los artículos del Codigo Penal, sino por su forma de ser con sus colaboradores y empleados. ¿Es así?

Otro de los problemas que tiene el mediocre con su ego, es que no soporta el intraemprendimiento voluntario de personas que quieren seguir dando un paso más hacia adelante. El mediocre no crece más, y su equipo, tampoco. A partir de sus conocimientos intenta desarrollar una función y no ve necesario la formación, ni el seguir ilustrándose sobre su profesión. Hasta ahí, podríamos incluso aceptarlo. Lo inaceptable, es que el mediocre no quiere que los demás progresen, crezcan, se formen... por miedo a verse superado. Su equipo se convierte en un equipo pasivo, sin ilusión, sin motivación, sin recursos...

En definitiva, personas inseguras, que temen verse superados por los demás (incluso por personas cercanas), pero que a la vez, sus egos y aires de grandeza les impiden aceptar consejos, rectificaciones o cambios de terceros. 

Para terminar, con una simple frase, vamos a resumir este post... "La gente, quiere que te vaya bien, pero no mejor que a ellos"

¡¡Gracias por leerme!!

P.D. Me vienen a la mente... una vez escrito este post, una serie de palabras... #Personas#Ilusión, #Valores #Respeto, #TrabajoEnEquipo... que importantes todos para el funcionamiento de una empresa. ¡¡Sí!! ¡¡También para la tuya!!

Alberto Joven

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