Y es que... sin darnos cuenta, esta maldita pandemia, también se está cargando el fútbol de nuestros pueblos.
No recuerdo cuantos años llevo colaborando con el fútbol de mi pueblo, Morés. He jugado, he sido directivo, presidente, e incluso a veces sin ser nada, siempre he intentado echar una mano de la forma que fuese. Entiendo, que para un pueblo, su equipo de fútbol es siempre firma y bandera de la localidad, y sin duda, es un punto de encuentro de vecinos y aficionados.
En Morés, así ha sido, y así queremos que siga siendo, pero el COVID, o la COVID, como se ha puesto de moda ahora nombrarlo, lo está poniendo complicado. Excesivamente complicado.
Este año, volvíamos a hacer historia. De nuevo, volvíamos a la Regional Preferente, categoría, que por población, instalaciones o historia, no nos corresponde, pero que sin embargo, una vez más habíamos llegado con toda la ilusión del mundo. Nuestros corrillos de Twitter, con ese @cdmores que tanta gente sigue, siempre nos mantuvo esa posibilidad.
Sin embargo, algo no funciona bien. Somos realistas, y ojo, escribo en primera persona, no en nombre de nadie, y bajo mi punto de vista, a fecha de hoy, es inviable el fútbol en un pueblo como el nuestro.
La Federación Aragonesa de Fútbol, emitió un protocolo de actuación, que en nuestro caso, y en el de muchos de los equipos de la Regional Aragonesa es inviable. El fútbol en un pueblo, es mucho más que los 90 minutos del partido. Mucho más. Desde que la semana del partido se prepara el cartel, hasta el día del partido que se prepara con ilusión el campo, se encargan los pinchos del vermut, se limpian los vestuarios, se prepara todo, dentro de nuestras posibilidades, con todo el mimo del mundo. Ilusión, por encima de todo.
Un pueblo, no necesita en su campo 100 personas a 1,5 metros. Un pueblo necesita 35 personas en el bar riendo, hablando, consumiendo, comprando tiras para el jamón, o hablando del partido del Zaragoza del día anterior. Eso, es el fútbol regional, y eso, ni este domingo ni dentro de 4 domingos, puede llevarse a cabo.
Somos conscientes, y es obvio, que la pandemia no permite esas actuaciones, esos momentos, con lo cual, hemos de ser drásticos y cortar por lo sano. Es inviable, a fecha de hoy con los condicionantes que tenemos, que haya fútbol en los pueblos de nuestro Aragón. Inviable, al menos, en aquellos que se nutren o nos nutrimos de los ingresos del día a día, sin los cuales, no podríamos pagar el yeso de marcar el campo, los gastos de botiquín, el arbitraje, o cualquiera de los muchos gastos que acarrea un club.
Es así de sencillo, y yo, repito, que hablo en mi persona, nunca en la de nadie más, opino que el fútbol regional es totalmente inviable a fecha de hoy. ¡Ojo! No quiero que nadie me malinterprete. La Federación, tiene un papel duro, durísimo, y no estoy escribiendo ni quejándome. Simplemente, creo, que deberíamos reflexionar y asumir si no es mejor esperar a... ¿enero 2021?
El medio rural, se resiente, seguro, de esta situación. Las cuadrillas no comerán pipas en la banda, ni los amigos se juntarán cada 15 días en el bar del campo de fútbol de su pueblo. Pero tenemos que ser conscientes, que la situación lo requiere, y si queremos volver al 100%, no debemos jugar a inventos.
¿Qué equipo de nuestro Aragón puede cumplir al 100% los requisitos de seguridad? Somos el CD MORÉS, no somos ni el Real Zaragoza, ni el Huesca, ni el Eibar. Tenemos un campo de tierra, una sola entrada, un bar con 2 metros de barra, y tenemos el mismo protocolo que un club que juega en una Ciudad Deportiva de 15.000 habitantes. ¿Tiene sentido?
Me dolería mucho que el sueño se esfumara; por mis hijos lo primero, por todos los que disfrutan con el equipo de su pueblo, por todo lo que hemos luchado por mantener ese fuego del deporte en el pueblo, pero, si somos conscientes, no dependemos de nosotros.
Hay veces, que cuando me rondan cosas por la cabeza, las transmito en mi blog, pero cuando hablo de mi pueblo, me pongo más sensible de lo normal.
Ójala, que el pelotón vuelva a rodar en el San Félix de Morés. Serán buenas noticias, y querrá decir que las cosas van mucho mejor.
"No puedo cambiar la dirección del viento, pero ajustar mis velas para llegar a mi destino"
ajoven@seicoasesores.es