He de reconocer, que aunque siempre he defendido que solo hay una oportunidad de dar una buena primera impresión, en ocasiones esa primera impresión me ha salido rana, el tiro por la culata. A ti también alguna vez... ¡¡no me digas que no!!
Vivimos en una sociedad llena de bombas informativas, noticias mediáticas, información con focos muy definidos según las fechas... bueno, y con la independencia de Cataluña, con eso vivimos hace unos años ya día a día... ¿que cansos verdad?
No se si os dais cuenta, que de todas esas bombas informativas, de todos esos noticiarios mediáticos salen señores/as que todo lo han vivido previamente y tienen la solución para cada tipo de problema. No cabe duda de que existen profesionales que antes de lanzarse a la aventura de asesorar o guiar a personas, tienen su formación (actualizada, no me sirve su carrera en psicología de 1987) con la que pueden ayudarte a salir de algún problema, o generar un camino por donde derivar tu destino. Pero otros...
¿Por qué digo todo esto? Sencillo... gurús, coach, facilitadores, oradores, conferenciantes, expertos (ji ji ji me sale la risa con esto) de los que seguro que te has llevado una buena primera impresión pero que después has visto que dentro del huevo no había nada... vacío. La clara y la yema se habían escapado por un agujerito, aunque el huevo era moreno y grande, muy bonito.
Es obvio, que vivimos en la sociedad de la inmediatez, en una sociedad donde la capacidad de decisión se minimiza, es "ya o ya", no suele existir la meditación, el tiempo para sosegar, definir, pensar, estudiar... Aunque nos parezca que no, si a las 23.17 cuando te vayas a ir a la cama paras 2 minutos y 32 segundos a pensar, seguro que has tomado alguna decisión rápida, irracional, sin pensar... y que además, lo has visto normal. "Era lo que tocaba en ese momento" ¡¡Cuidado!! No estoy censurando eso, simplemente, te estoy diciendo que las reglas del juego han cambiado, y siguen cambiando... ¡¡vaya si siguen cambiando!!
Contra el "agudo" de siempre esto se ha hecho así, está el que "hay que cambiar todo porque si"; ni lo uno ni lo otro. El que ha hecho siempre las cosas del mismo modo, el que censura cualquier tipo de innovación o cambio, no es que tenga el huevo vacío por dentro, es que lo tiene "duro", cocido... imposible sacar jugo de eso si no lo acompañas con algo. Sin embargo... seguirá diciendo que es el mejor huevo, ¡¡y ojo como le lleves la contraria!! El caso opuesto, el de cambiar todo porque si, también tiene una mención definida, una forma de trabajar que al final se convierte en un diente de sierra, que salvo un golpe de fortuna acabará cortándole un dedo.
Después de toda esta reflexión, me vienen a la mente muchos casos. Consultores que hablan de "emprendimiento" con el mismo argumento que hace 12 años; Coach que te dicen que no te preocupes de nada aunque todo tu entorno esté al borde del precipicio; Facilitadores (es cojonuda esta definición, perdón por la expresión) que no se qué facilitan pero queda de cine en su tarjeta; Gurús, que yo cuando lo escuché por primera vez, pensé que eran esos del África más profunda, con su cara pintada de blanco y su hechizo...
Para concluir, yo que reconozco que he escuchado a mucha de esta gente, a unos los aprecio, a otros los detesto y por otros no siento ni frio ni calor, os puedo decir que muchos me engañaron en la primera impresión (la mayoría), pero que es importante saber obtener de cada uno de ellos lo que quieres y lo que no, y por supuesto, defender siempre tu posición y tu camino, sin olvidar, que dando palos de ciego no se llega nunca a ningún sitio.
Es complicado para un joven recién graduado, sentar un camino definido. Más bien imposible. Demasiada información. No me siento con capacidad para decirle o indicarle por donde ha de ir, pero sin duda, si me atrevo y no me duelen prendas en avisarle de por donde no debe ir.
Cuestión de primeras impresiones...
Alberto Joven
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