1 de septiembre. Se acaban tus vacaciones, vuelves al trabajo, depresión postvacacional, ya estamos aquí de nuevo, vaya coñazo, 11 meses hasta las vacaciones, y encima a comprar libros, ropa nueva, todo son gastos, la VISA de los restaurantes de agosto, con lo bien que estaba en la playa, y encima 3 kilos más, si teníamos que haber vuelto antes, y fíjate otra vez a trabajar, y encima cae en viernes, y llueve, se va el verano... ¿Conoces esto? Pues "pobrecico" si lo conoces. Estás "apañao" durante unos días.
1 de septiembre. Disfruté de mis vacaciones, pilas cargadas para volver al trabajo, reencuentro con los compañeros, y además los peques comienzan su curso escolar, toca reorganizar gastos y hacer un poco de deporte para recuperar la línea, perfecto que caiga en viernes para habituarme poco a poco, además, ya llueve... llega el otoño en seguida... ¡¡vamos a por todas!! ¿Y esto no lo conoces? Pues "pobrecico" si no lo conoces. Estás "apañao" durante unos días (vuelvo a repetir lo mismo)
Os dije hace unos días, en mi anterior post, que lo bueno es desconectar, pero nunca apagar. El "pilotico" rojo siempre encendido, porque sino nos cuesta mucho arrancar. Es obvio, que estamos bien de vacaciones, que disfrutamos de los días de ocio, pero es mucho más obvio, que son situaciones temporales, y que por suerte o por desgracia todos necesitamos trabajar para poder llevar una vida sana y ordenada. Sin ir más lejos, tus días de asueto o vacaciones no dejan de ser el premio al trabajo realizado durante una serie de meses al año. Las vacaciones son un resultado, así, sin más.
Siempre he dicho y he afirmado, que el problema en general no es volver, sino al sitio donde vuelves. En teoría, los reencuentros son alegría. Tus hijos se alegran de volver al colegio cuando son niños, se reencuentran con amigos, retoman actividades, juegan, disfrutan... ¿Y por qué tú no? Me podrás decir que escribo por escribir, que escribo lo que quieren leer los demás, que escribirlo es muy fácil... pero ya te aseguro que no es así.
Por supuesto si te dijera que voy a saltar el Ebro de orilla a orilla, si que me podrías decir que es más fácil escribir que hacerlo, mayormente porque hacerlo es imposible a todas luces. Lo que yo te estoy escribiendo, la propuesta que te hago no es descabellada.
Este año, por circunstancias, no he podido disfrutar de muchas vacaciones, pero la motivación de la vuelta, el pensamiento siempre es el mismo. Positivo, puesto que de otro modo no veo posible desarrollar un trabajo óptimo.¿Tú sí? ¡¡Explícame cómo!! Insisto que esto no es solo escribir, esto hay que trabajarlo, hay que hacerlo, hay que creerlo. Si quieres volver enfadado con el mundo y con septiembre, estás en tu derecho. ¡¡Es muy guay decir que estás en "depre postvacacional"!! ¡¡Está de moda!!
Yo voy a rellenar la frase del título. "Septiembre, mes de ilusiones y propósitos", pero propósitos d verdad, no los de apuntarme al gimnasio para perder en un mes los 3 kg de las vacaciones.
¿Y tú? ¿Tienes tu frase? ¡¡Ánimo!! ¡¡Septiembre no hay más que uno!!
Alberto Joven
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