A escasas fechas de salir hacia Valencia, donde se celebrará el IX Congreso de Transformación Digital en los Despachos Profesionales, echo la vista atrás con cierta añoranza porque el tiempo pasa y no vuelve, pero a la vez, me sorprendo y esbozo una sonrisa al ver quien fuimos y quien somos, pese a todas las vicisitudes, situaciones, cambios, etc que hemos sufrido en los últimos tiempos.
Ya lo decía Darwin, que tenía toda la razón del mundo cuando afirmaba "No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que más responde a los cambios". Que duda cabe que desde la famosa pandemia, mi profesión, nuestra profesión (como muchas otras) está en continua respuesta y adaptación no solo a los muchos cambios administrativos y legales, sino al continuo devenir de situaciones tecnológicas a las que adadptarse, aprender y consolidar. Un continuo aprendizaje del que, valga la redundancia, estamos aprendiendo mucho.
He de reconocer, que en otros tiempos era fiel escritor de mi blog, y que por unas cosas u otras en la vida lo he dejado abandonado pero hoy... he tenido un pequeño chispazo en nombre de apoyo. Un compañero de batallas, el buen amigo Pedro Toledo me ha animado a seguir escribiendo en este humilde punto de la red... y que joder, me ha dicho una cosa que me ha picado... "Tu blog mola/molaba" conque allá vamos de nuevo a generar contenido. Es obvio, que mi contenido no es divertido para todos, ni va dirigido a un gran número de lectores, pero me relajaba escribir y ahora he de conseguir que me siga relajando.
Como véis, en pocos párrafos he hablado de muchas cosas... y es que mi vida, nuestra vida, mi profesión, nuestra profesión, es de muchas cosas en pocos momentos. Continuos inputs de todos los colores nos visitan por cualesquiera de los canales de comunicación que los asesores tenemos abiertos.
Se que nadie de los que me lee, lo dudará pero por si acaso... se lo voy a explicar para que le quede claro... Estas especies rarunas que nos llamamos asesores, que estamos al frente o tenemos cierta responsabilidad en despachos, también nos levantamos con sueño y nos acostamos cansados; también lloran nuestros hijos por la noche y pasamos días en vela; también nos coge la gripe o el virus de 24h... y a veces, hasta ponemos el móvil en silencio porque ya no podemos más... e incluso en ocasiones, tenemos la osadía de querer tomar una cerveza tranquilos con los amigos o nuestras parejas. ¡¡Que cosas!!
Y con todo ello, ahí que iremos más de 500 personas que luchamos por nuestra profesión, y que queremos ser un poquito mejores en esta dificil misión de asesorar. Nuestra guerra con Google, Bing, ChatGpt y habiendole ganado ya la partida al "cuñao", nos anima a esbozar esa sonrisa con la que dar esa palmada en la espalda a nuestro cliente y ayudarle en el camino hacia la solución de su problema.
La sonrisa, la amabilidad, la educación, algo que jamás debería faltar en ninguna relación personal y/o profesional.
Si os dais cuenta, el Congreso versa sobre la Transformación Digital de los Despachos Profesionales, pero el objetivo de todos los que vamos, es aprender y ser mejores para poder ayudar a David, a José Luis, a Teresa o a Marta con los problemas de su empresa, y a la vez estrechar la mano de José Pedro, Rogelio, Alexandre, Fernando, Vicente, Carlos, Pedro y un largo etcétera de gente que podría normbrar, compañeros y colegas de profesión, que no competencia. ¿Os dáis cuenta? Lo más importante del Congreso, es aprender a ser mejores rodeado de personas para ayudar a personas.
Todos sabemos (o deberíamos) hacer una nómina, un IVA, o una renta... pero si nos rodeamos y adaptamos a los procesos adecuados y nos rodeamos de las personas adecuadas, el resultado será mucho mejor y eso, es algo que todos los directores de despachos deberíamos tener claro desde que a las 6 AM y con sueño nos ponemos en pie a luchar con nuestro día.
Nos queda mucho por aprender, pero estamos en el camino y muy bien acompañados. Nuestra capacidad de adaptación ha sido tal, que por ejemplo, si nos situamos en 2018 con los medios de entonces seríamos incapaces de hacer lo que hacemos ahora. ¿Lo dudáis? ¡¡Pero ojo!! La carrera sigue... la llama de la constancia y el esfuerzo, debe ser mayor que el fogonazo de la motivación.
En Valencia tenemos un reto. Volver con la idea y la ilusión, de seguir siendo mejores.
Gracias a todos los que en el día a día me acompañáis en este bonito viaje.
Alberto Joven
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